La proyección psicológica nos adentra en un juego sutil donde atribuimos a otros las características, emociones o motivaciones que guardamos en nuestro propio rincón mental, a menudo de manera sigilosa e inadvertida. Es como si miráramos el mundo a través del caleidoscopio de nuestras experiencias y pensamientos internos, negando al otro su genuina singularidad y a nosotros mismos la oportunidad de ser auténticamente quienes somos. En su enfoque disfuncional, la negación y la proyección se erigen como murallas que obstruyen el entendimiento y la serenidad interior. La negación, ese rechazo obstinado de ciertos aspectos internos, y la proyección, ese trasvase de responsabilidades al atribuir a otros lo que nos pertenece, colorean de manera ineficaz y dolorosa nuestra percepción cotidiana.
Sin embargo, desde una perspectiva funcional, estos intrincados mecanismos psicológicos podrían considerarse un regalo inusual para la salud mental. A través de una reflexión profunda, se nos presenta la oportunidad de reconocer cómo estas danzas invisibles operan en nuestra vida diaria, potenciando dimensiones insospechadas de nuestro bienestar. Al tomar conciencia de lo que negamos y luego proyectamos, nos aventuramos en la exploración de esos intrincados senderos internos. Esta exploración nos permite trabajar en la aceptación de nuestros aspectos ocultos y comprender su impacto en las relaciones y en la forma en que interpretamos el mundo que nos rodea.
Esta toma de conciencia, este despertar al juego de luces y sombras en nuestra psique, marca el primer peldaño hacia el crecimiento personal y la transformación interior. Esta es la esencia de la propuesta que late en el corazón de este Seminario Empowerment.